Una aventura épica en la búsqueda del derecho a la comunicación
Llegué a Guyana el dia 20 de febrero de 2018, volando desde São Paulo hasta Boa Vista, una ciudad muy pobre, en el inicio de lo que seria una crisis humanitaria: la inmigración de personas viniendo de Venezuela. Gregor me habia dicho que allí era el lugar más cercano donde podriamos adquirir aparatos tecnológicos.
Tome un taxi hasta Bonfim, la ciudad del lado brasilero de la frontera (seca) entre Brasil y Guyana. En Bonfim hay internet banda ancha provista por pequeños ISPs. Tomé otro taxi para Lethem, la ciudad fronteriza guyana. En Lethem también tienen internet banda ancha. En el camino, el taxista me preguntó si yo me iria para Georgetown, o si me quedaba por el interior; respondi que me quedaba por el interior y él me explicó que no precisaba pasar por Migraciones, con lo cual pasamos directo. La Policía Federal de Guyana nos dejó pasar sin pedir ninguna documentación y seguimos hacia dentro de Guyana.
En Lethem me esperaba Gregor, un estadounidense que trabaja en Londres, en Digital Democracy, quien me habia convocado con su propuesta. También Ron, un compañero especialista en prácticamente todo, nativo del pueblo Sholinab. Ese sería nuestro futuro centro de operaciones durante la visita, con el objetivo de planear el inicio de una Red Comunitária.
Seguimos de Lethem para Sholinab, un largo viaje de coche, y llegamos al anochecer a Sholinab. El lugar no cuenta con energía eléctrica, y tienen pocos paneles fotovoltaicos, por lo tanto la costumbre era estar a oscuras. Cenamos y fui a dormir en la casa de huéspedes.
Al dia siguiente pude conocer mejor el lugar donde estabamos: un pueblito bien árido, un clima totalmente de Savana, un escenario donde bien se podria filmar una pelicula africana, un lugar increible.
El pueblo tenía varios lugares para reunirse y varios mercados
Usamos la cocina de la casa de Faye, la esposa de Nicholas (Sparrow), el Toshao del pueblo: ambas personas muy inteligentes, que comprendian muchisimo de cualquier tema, y preparaban comidas deliciosas!
El primer dia me presentaron el equipo humano, salvo Aliya que trabaja en un hermoso proyecto en Ecuador y no había llegado todavía. El resto habia venido de diferentes pueblos de la región: Ezra Jeffrey, Phillip Brown (“Philbo”), Tessa Felix (guru en reparación de electronicos) y Angelbert Johnny (Angel) que se convertiría en mi gran compañero de aventuras y maestro, enseñandome cosas que me llevé conmigo para el resto de la vida. Me explicaron como funcionaba el lugar, sus dificultades y sus conquistas (que son muchas!). Me sentia increiblemente animado de estar trabajando con estas personas. Eran muy proactivos para cualquier cosa nueva que les presentara como posibilidades. Ya cuando comenzamos a hablar de aparatos tecnológicos y esas cosas, me mostraron la dificultad que tienen con aparatos que se rompen, pues no tienen donde llevar a reparar los aparatos, y entonces siempre se atreven a abrir las cosas y cambiar piezas. Muchas veces consiguen recuperar cosas rotas, y eso es un éxito fantástico en su contexto, considerando que tienen una internet muy limitada como para buscar información: Pagan USD 400 para una conexión satelital de 1 megabit de velocidad con una latencia que ronda muchas veces los 2000ms.
Antes de viajar ya sabia que usaban energia fotovoltáica, entonces lleve conmigo varios microcontroladores de carga y cosas de repuesto para sistemas fotovoltáicos. Con eso conseguimos recuperar unos cuantos paneles fotovoltáicos que tenían alli sin uso, por falta de controladores de carga. Entendieron mejor como funciona la cosa, y creo que pudieron sumar un par de trucos mas a sus prácticas de reparación de electrónicos. Ezra estaba impresionado:
Tuvimos una reunión con Nicholas, el Toshao del pueblo Sholinab para trazar un plano de acción para mi estadía. Inmediatamente percibi que la ansiedad general se centraba en tener una conexión a internet por temas de seguridad (tienen muchos problemas con garimpeiros que invaden la región) y también motivos económicos, pues el (precario) link satelital tiene un precio muy alto. Esencialmente haríamos un mapeo del área, y yo junto con Algel (Algel conoce a todo el mundo, pues hace un trabajo de mapeo de los territorios ancestrales) daríamos una vuelta por algunos puntos de la frontera con Brasil, buscando algun punto que permitiese geograficamente enlazar el pueblo con alguna conexión a internet.
Antes de salir tuvimos tiempo de brickear (reemplazar infructuosamente el sistema operativo de un router, dejándolo inoperativo) un par de NanoLocos M5 que el Greg habia comprado. El problema tuvo que ver con un binario obtenido del Chef (herramienta online). Generé otro binario usando lime-sdk y pudimos lograr con otros dos routers formar una mesh.
Al dia siguiente, antes de salir caimos en la cuenta que yo estaba ilegal en Guyana, pues efectivamente debería haber sellado mi entrada a Guyana, al contrario de lo que me habia explicado el taxista. Entonces, no sabiamos que hacer, pues eso representaba una amenaza para el Toshao del pueblo: siendo una autoridad local, no podia tener una persona ilegal en su área. Entonces teníamos dos opciones: o bien yo volvía para Lethem a hacer mi entrada oficial al pais, o bien tendría que llevar a cabo la inspección de los sitios evitando cruzar la frontera, acompañado por la suerte de no toparse con ninguna patrulla policial.
Escogimos la opcion mas emocionante: acercarse a la frontera de ilegal, para no perder tiempo pues faltaban pocos dias para presentar una propuesta formal en un encuentro de todos los pueblos wapichan, que representa la mayor institución de toda la región.
Salimos con la moto, y cada pueblo que pasabamos, pediamos permiso al líder local y explicabamos lo que estabamos buscando. Despues de algunas indicaciones nos hablaron de un pueblo wapichan en la frontera con Brasil, que contaba con internet banda ancha en una escuela infantil, y que seria posible que el Toshao del pueblo nos ayudase con un posible punto de conexión. Como yo estaba ilegal, no pude cruzar la frontera y tuve que esperar en Guyana, en compañia de un perrito; Algel siguió para la ciudad vecina y luego de algunas horas, volvió diciendo que allí no había más internet, pues el link era muy malo y no funcionó.
Volvimos a Shulinab, replaneamos todo, miramos detenidamente el mapa… En un buen momento de internet, pude reevaluar las lineas de vista de Boa Vista: percibimos que hacia Lethem era muy difícil el enlace pues habia una montaña muy alta, e incluso superado ese obstaculo, sería solo para alcanzar una conexión a internet no muy buena. Entonces encontre dos montañas muy altas que tenían visión directa hacia Boa Vista. Sin embargo, en la región los pocos puntos altos (cerca de 600 metros de altitud) son lugares sagrados para el pueblo wapichan, donde la gente más antigua todavía hace sus rituales; y también es lugar de disputa, pues hay garimpeiros clandestinos que vienen para saquear minerales y dejar destrucción.
La primera reacción fue negar la posibilidad de acceder a estos puntos para conectar a internet (la gente más vieja todavía considera la internet como una cosa poco importante, que sólo sirve para divertir a los más jóvenes). De hecho, ya con la poca internet que tenían del satélite, tenían muchos problemas con el contenido que los niños accedian, y tenían toda una crisis respecto a la contraseña de internet.
Yo argumenté que internet puede representar efectivamente mucho acceso a contenido poco interesante, pero que también les tocaba educar a su juventud al respecto de este asunto, ya que de lo contrario seria otra gente la que acabaria educando a sus jovenes. Tuvimos un serio debate sobre la importancia de la internet, de todo lo que es sagrado para su pueblo, y de como la internet puede ser una herramienta importante para sus vidas: que decidir el rumbo de eso, solo dependia del propio pueblo.
Él quedo convencido de llevar esa propuesta para los líderes de todos los pueblos, en un encuentro que sucedería en los próximos dias. Pero para eso yo necesitaba presentar un proyecto mas consistente, con presupuesto y todo. El tema es que para armar un presupuesto, precisabamos visitar un lugar de instalación aunque fuera potencial, para tener una noción de lo que gastaríamos para construir una torre en el medio de una montaña inhóspita. El plan de conexión del enlace sería el siguiente:
Asi pues, elegimos una montaña que no era la más sagrada (por motivos que no consegui entender muy bien). Tuvimos la compañia de un guía espiritual: el Gustavo, que fue el último morador del lugar que visitaríamos. Partimos al amanecer, con una moto ibamos yo y Angel, y un Toshao del pueblo vecino fue en otra moto llevando a nuestro guía. Despues de algunas horas de viaje, llegamos al pie de la montaña. Continuamos a pie, yo, Angel y nuestro guía Gustavo.
Seguimos por un sendero, un lugar muy salvaje, frecuentado solamente por cazadores en los ultimos 6 años. Gustavo, nuestro guía, conocía todo el territorio y los peligros que poddriamos encontrar, y nos fue alertando durante toda la travesia. Antes de anochecer llegamos a un campamento… no daria el tiempo para llegar hasta la cima con luz de dia. No habiamos llevado muchos víveres pues sería sumar un peso extra a una dura caminata, entonces Angel ya estaba atento a la posibilidad de encontrar comida durante la caminata. De repente, algo le llamó la atención en el medio de la vegetación: súbitamente se quitó el calzado y salio corriendo hacia dentro del bosque con una escopeta. Yo poco podia entender lo que estaba sucediendo, y me quedé allí con Gustavo, nuestro guía. Descubri que él hablaba también portugués, y nos pusimos a conversar. Me explicó que él había vivido allí durante más de 40 años, y hacía unos 6 años que se había ido pues ya se estaba poniendo viejo, y viviendo solo, no le quedo otra opción que ir a vivir mas cerca de los pueblitos. Me comentó también que el sítio donde estabamos era donde siempre habían vivido sus antepasados, donde lograron protegerse durante siglos de la amenaza de los hombres blancos. Fue un lugar estratégico para la protección de su pueblo pues tenian gran habilidad con arco y flecha, y sus enemigos no conseguian aproximarse debido a la complejidad del terreno.
Nos interrumpio un ruido aterrorizante que venia del bosque: era un tiro disparado por Angel, que luego comenzo a gritar desde la espesura. Gustavo me dijo que le habia acertado a un jabalí, y que estaba precisando ayuda para rescatar la presa. Nos adentramos también en el matorral y lo ayudamos a transportar la cena.
Hicimos una hoguera para cocinar la cena. Comimos y después colgamos hamacas de los árboles para dormir. Ya era noche cerrada cuando recibimos un visitante un poco descontento con nuestra actitud de haber cazado. Según Gustavo era un jaguar, que estaba muy furioso por tener intrusos en su área de caza. Cada 5 minutos nos llegaba un rugido desde un lugar diferente del bosque. Según Gustavo, esa era la táctica del jaguar para confundirnos y provocaros miedo. De modo que nos indicó hacer fuego a nuestro alrededor, para que el jaguar se alejase. En ese momento, comencé a reflexionar sobre la vida misma, y como hubiera sido genial haber vivido justo hasta aquel momento: si me fuese encontrar a la muerte en ese instante, no seria algo malo, me sentiría orgulloso de morir haciendo algo en lo que creo, y de una manera tan épica! Pero nada de muerte, hicimos el fuego y a eso de las dos de la mañana el jaguar se fue y pudimos dormir. O por lo menos intentar dormir. Yo, particularmente, me quede despierto toda la noche, manteniendo el fuego encendido… por si acaso nomás.
Al dia siguiente nos despertamos en un estado muy particular de conexión con la naturaleza, estabamos más alerta. Relevamos un poco el área y salimos en busca de agua. Encontramos un lugar con agua y nos abastecimos para la segunda jornada: llegar hasta la cima de la montaña. Así fue que dejamos nuestras cosas en el campamento y seguimos cuesta arriba sin mucho peso. Después de dos horas de caminata y compartiendo mucho conocimiento sobre los árboles y las marcas de los antepasados, llegamos hasta el punto más alto. Pudimos avistar Boa Vista y también un par de pueblos wapichan.
Colectamos puntos GPS para un mapeamento que estan llevando a cabo para otro proyecto. Desde allí también fue posible tener señal de telefonía movil, algo que funciona en pocos lugares.
Percibimos la presencia de muchas piedras, lo que puede facilitar la instalación de la torre pues podemos afirmar la torre con las piedras, en vez de gastar cemento en fabricar muertos. Creo que utilizando las piedras con una mínima cantidad de cemento tendremos una buena estructura para la torre. Hay, sin embargo, arboles muy altos, que habria que cortar o bien hacer una torre considerablemente alta para superar la copa de dichos arboles.
Volvimos al campamento, recogimos nuestras cosas y emprendimos la vuelta, con mucho mas peso pues sumamos una cantidad considerable de carne. Gustavo fabricó unas bolsas trenzadas con hoja de coquero para llevar la comida a casa.
Despues de todo el trayecto de vuelta, llegamos a Shulinab pero ya no quedaba nadie alli: se habian ido para otro pueblo donde seria el encuentro de todos los pueblos. Ron nos buscó con un coche, y fuimos para el encuentro donde yo tendría que presentar la propuesta (frente a todos los líderes de los demás pueblos) de usar aquel punto en aquella montaña sagrada para instalar una torre de internet. Y encima, que necesitarian ellos necesitarian destinar recursos de un fondo que tienen para esas cosas. Tuvo lugar una articulación política que no entendí completamente, y mientras me preparaba mentalmente para hablar al final del día, reorganizaron la agenda y me pidieron que presentara mi propuesta en aquel mismo momento, recién llegado.
Greg hizo toda la introducción de los desarrollos que estuvieron haciendo todo este tiempo en la región, y la propuesta de internet. Angel traducía todo a su lengua nativa. Luego yo hable de los puntos más tecnicos, lo cual generó un intenso debate. Esencialmente, logramos convencerles de que podrían tener su propia red de comunicación, teniendo autonomía respecto a la tecnología y al servicio prestado. La mayoría estuvo a favor, y acordamos que yo confeccionaría un presupuesto más detallado para que ellos destinasen el dinero del fondo que tenían para eso.
Yo tenía que emprender mi vuelta al dia siguiente, pues no habia muchas posibilidades de transporte hasta Boa Vista, y decidimos que aprovecharía para pasar una jornada en Boa Vista buscando un lugar donde colocar la otra torre necesaria para el enlace. Fui para Boa Vista y me pasé el dia buscando proveedores de internet, en particular de banda ancha, para potencialmente contratar una conexion en el domicilio de una asociación indígena hermanos de los wapichan. Resultado, encontre algunos proveedores con diversos planes.
Al dia siguiente, Greg me envió un e-mail pidiendo urgentemente el presupuesto, pues habia surgido la posibilidad de comprar los equipos con un fondo que tendria que ejecutarse de inmediato, o expiraría. Entonces hice un presupuesto bastante a las corridas, para que pudiesen aprovechar para comprar los equipos para la torre.
Deste entonces, Greg tiene entre sus planes pendientes organizar una visita con más gente voluntaria para desarrollar este proyecto.